En memoria: el rito simbólico de los fotógrafos Zaida González y Mauricio Toro Goya

Fotoproyectochile

EN MEMORIA

Cuer.po
s.m. cuerpo [kuerpo]. pl. cuerpos.     De nadie.

Masa y peso (favor de no confundir) anexados a superficies de código binario.                          
  6.Masa de materias y materia de harapos.    
  7. a. Una recopilación o cantidad de material o información: la evidencia de su inflación.

                                                                            Ricardo Domeneck (Los perros del alba, p.101, 2010)

En la fotografía contemporánea chilena, con un estilo personal y transgresor que limita con lo kitsch y performático, la fotógrafa Zaida González  ha desarrollado una mirada critica sobre aspectos identitarios de nuestra sociedad.                         

Junto a Mauricio Toro Goya, fotógrafo residente en la ciudad de Coquimbo, se unen en la exposición En Memoria de Galería 64, a través de una instalación e  imágenes que dan cuenta de una lectura aguda sobre ciertos temas  relegados  y percibidos como incómodos.

Ambos autores se encuentran en el espacio expositivo, como un gesto simbólico y ritual, un diálogo, tanto desde el hacer como el pensar sus fotografías. Pero las series expuestas Recuérdame al morir con mi último latido (2010) de Zaida González y Muerte (2010- 2011) de Mauricio Toro, no parecen vinculadas sólo a un plano meramente afectivo de denuncia, pues en ellas, la  sátira y el humor negro logran trasladar la escena simulada del gesto, la pose, lo escenográfico, a una parodia  ácida sobre el sujeto social y su relación con  temas poco asumidos como el aborto, o la desaparición de cuerpos ocurridos a partir del golpe militar en Chile.

"La Muerte de nuestro hijo" 10 x 15 cms, retablo 30x40 cms, 2010.

"Religiosos ocultando la muerte del pecado", retablo 30x 40 cms, 2010

En sus diversas series, Zaida González ha develado asuntos complejos.  Con una estética influenciada desde lo kitsch, estilo que desde el mundo del arte, Andy Warhol impone en los años 60 (como parodia a la  creciente industria cultural y sociedad de consumo),  y luego desde la fotografía latinoamericana a partir de los años 80-90, con grandes exponentes como Marco López y Nelson Garrido entre otros,  la autora realiza puestas en escena que sirven de marco para su pensamiento crítico sobre  una “moralidad” chilena.

Lo Kitsch como estilo y concepto, es abiertamente un desencadenante de toda hibridación cultural, y ante muchos artistas es y fue una posición de vanguardia; frente al centralismo y tradición artística de un gusto estético establecido.                                 

Desde esta  estética simbólicamente exacerbada a través de objetos baratos, color intenso y  poses exageradas; la autora desarrolla una iconografía híbrida entre lo pagano y religioso, para hablar con humor y acidez sobre temas interpretados como cinismo cultural. 

"Virgen de las flores", retablo 30x40 cms, 2010

"Virgen de la polaridad", retablo 30x40 cms, 2010

En su serie Recuérdame al morir con mi último latido, los cuerpos de mortinatos (bebés nacidos y muertos) han sido  retratados acunados por  la imagen de una familia postiza. Lucen como una imagen postal conocida como Post Mortem (1), acondicionada en un  retablo religioso.

Históricamente a partir del S XIII en países europeos y católicos, los retablos fueron  objetos decorativos que se colocaban en los altares de las iglesias. Con el desplazamiento de la cultura hacia las colonias y el sincretismo cultural, los retablos se transformaron en altares móviles que eran colocados en la entrada de los hogares, imponiendo un sentimiento de protección y resguardo.

Los  íconos religiosos en la obra, también aluden al sentido de lo sacro, lo puro, como las madres-vírgenes de las fotografías, pero estas son indiferentes y lejanas ante los cuerpos de los niños deformes, aparentando más bien una estética publicitaria y moderna.

Metafóricamente, la autora a través de símbolos religiosos y lo fingido de la escena, alude a un estilo de violencia mayor que no  es “explicita”, más bien una violencia simbólica por la indiferencia que esto supone.

Estos bebés (que nacieron y murieron), nunca fueron reclamados para su velatorio. (Quizás por sus deformidades). Por tanto, en el código visual de la artista,  lo que rodea a estos fetos o mejor dicho mortinatos, llega a consumarse como una representación de la sociedad chilena: que rehúye lo álgido, que ignora el dolor, que se esconde detrás de una religiosidad elástica, falsa.

                                                    "Ángel de la muerte", retablo 30 x 40 cms, 2010

"Mi Anita 1", retablo 30x40 cms, 2010.

Mauricio Toro Goya, en su serie La Muerte, construye una marcada iconografía que relaciona lo erótico, lo pagano y religioso.

Podría recordarnos  en el uso de estos símbolos a la obra de Nelson Garrido, representando una crítica de los poderes sociales que vienen desde el mundo religioso y político.

Pero visualmente frente al contraste de la imagen en blanco y negro, y ante una superficie sugerente, impregnada de huellas  traslúcidas, -técnica del ambrotipo (2)-  acercan esta denuncia de la Muerte y su violencia, a un tema chileno socialmente más profundo y escabroso, que se influencia en lo escenográfico con  algunos objetos y contextos que nos remiten a la  obra del fotógrafo norteamericano  Joel- Peter Witkin. (1939)

                                                           "Último discurso", ambrotipo 8x10 pulgadas, año 2010

La imagen  de la casa de la Moneda como alegoría del poder político,  es en sí un icono visual de la violencia, una imagen  instaurada en la memoria  a partir del año 73.

Una representación barroca que contiene  la denuncia de la violencia del golpe de estado,  a una actualidad donde el duelo ha sido postergado, proyectándose triunfante, una muerte que personifica el olvido.  Como un ciclo sin fin, ante la falta de corporeidad de los cuerpos visibles, concreto, el de los desaparecidos.

“La memoria es el registro de la vida, sin ella no hay conciencia ni tiempo, pero a su vez sólo registra la muerte, de allí que la memoria  es la vivencia de la muerte; lo único que vivimos son los espacios muertos que nos trae la memoria.”

“El olvido borra el pasado, aligera a la memoria de su carga y su acumulación destruye la conciencia de la vida, nos sumerge en la muerte” 

(María I. García-Humberto Chávez, El Tiro de Gracia, p.14)

  

                                                        "Cena", ambrotipo 8x10 pulgadas, año 2010

  

La denuncia en la obra de Mauricio Toro es una conjugación de aspectos tan diversos que incluyen una iconografía algo kitsch, barroca,  junto a la sátira y el humor negro.

La serie Muerte, parodia la  idea de una vida y muerte enredada en asuntos mundanos y domésticos; con necesidades básicas como el amor, la belleza o el alimento.  Existe lo efímero del placer, la fugacidad de la vida frente a la brutalidad, pero también reflejan una  inconsciencia o supuesta culpabilidad al entregarse a esos placeres.                                                         (Alejados de la conciencia del acto cometido en el año 1973).  

                                                            "Amantes", ambrotipo 8x10 pulgadas, año 2011

“Para llegar hasta el final del éxtasis donde nos perdemos en el goce, siempre debemos perder un límite inmediato: el horror”
(Georges Bataille, El erotismo)

"Familia", ambrotipo 8x10 pulgadas, año 2011

Las imágenes de la serie Muerte se instalan en un presente que mezcla una realidad kitsch y surreal. Se ven figuras de calaveras amatorias enredadas entre cuerpos de eróticas vírgenes, suspendidas entre el presente y el pasado, convivientes en una realidad frívola y ajena.  Es una muerte  inconsciente, que relega hasta el presente su duelo, generando una escisión, división, de cuerpos olvidados.

"Virgen", ambrotipo, año 2011

*Los autores se  especializan con la manualidad de la  técnica, llevando el oficio a un gesto casi artesanal frente a la masividad e inmediatez de la creación digital. Mauricio Toro continúa trabajando con el minucioso proceso del ambrotipo (colodión húmedo), que data desde el S XIX  y Zaida González sigue capturando imágenes con película b y n, que luego colorea en forma delicada y paciente.
(1) Fotografía Post Mortem    http://es.wikipedia.org/wiki/Fotograf%C3%ADa_post_mortem
(2)  AMBROTIPO Técnica fotográfica   http://www.fotosigno.com/2009/01/26/el-ambrotipo-1852-1865/

EN MEMORIA. DESDE EL 20 DE JUNIO AL 15 DE AGOSTO, GALERIA 64, PATIO BELLAVISTA, SANTIAGO DE CHILE.

Por Mane Adaro
Curadora Independiente
mane.adaro@gmail.com

Escáner Cultural nº: 

148