miércoles, noviembre 25, 2009

El hombre que hizo de la cámara su arma más poderosa

El cineasta francés René Vautier, quien el lunes recibió el Mikeldi de honor en la inauguración de Zinebi, se mostró ayer orgulloso de «haber formado y ayudado a los africanos a expresarse por sí mismos». Sus películas se proyectarán dentro del ciclo «African frames».


Ane ARRUTI | BILBO

«Un merecido homenaje a una pasión sin tregua por la libertad, en particular por la libertad de expresión, cuyas raíces se encuentran sin duda en sus convicciones humanistas e ilustradas», expresó ayer Luis Eguiraun, el programador de Zinebi.

René Vautier (1928, Camaret) explicó ayer ante los medios su modo de entender y utilizar el cine. Durante la ocupación alemana formó parte de la resistencia francesa. «Tenía 15-16 años, me dieron una granada y tuve que lanzarla contra un camión lleno de alemanes. Entonces vi lo que era matar personas. Decidí que las armas convencionales no serían nunca más las mías. La fotografía y la cámara de vídeo serían de ahí en adelante mis únicas armas», expresó Vautier.

Su vida cambió cuando el la Liga de la Enseñanza le encargó en 1950 la realización de una película para «mostrar cómo vive la gente del África occidental bajo la Administración colonial, demostrando las buenas acciones del colonialismo». Vautier se topó con una realidad totalmente diferente a la que esperaban que mostrara y fue entonces cuando comenzó a utilizar su arma. De ahí surgió «Afrique 50». «Se convirtió en una película anticolonialista».

El material de rodaje fue confiscado a su regreso a casa pero se las ingenió para sustraer 21 de las 60 bobinas incautadas. Con ellas pudo terminar el montaje pero la película le costó una condena de cárcel -junto a Félix Houphouêt-Boigny, futuro dictador vitalicio de Costa de Marfil-.

Al salir de la cárcel en 1952, se unió a la lucha de la resistencia argelina. Fue el director del Centro Audiovisual de Argel y en 1963 dirigió «Peuple en marche», sobre la lucha estudiantil y la resistencia nacional argelina. «Quería mostrar a aquellos que luchaban por liberarse, por independizarse. Quería utilizar el cine para mostrar la necesidad de cambio».

Vautier quiso dejar claro en todo momento que a él nunca le interesó hablar por los africanos. «Lo que hice fue mostrarles y enseñarles lo que tenían que hacer para que ellos mismos emprendieran su propio camino. Yo me quedé allí, con ellos, dándoles indicaciones. Cree una escuela para que hablasen ellos y estoy muy orgulloso de que ahora ellos utilicen la imagen para contar lo que está ocurriendo».

«Este premio es un homenaje a todos aquellos que ayudaron a que África vuelva a ser africana», terminó el cineasta.

Fuente: Gara

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